Fundamentos Romanos: Las Doce Tablas y el Código de Justiniano
Dos documentos legales monumentales destacan al hablar del derecho romano:
- Las Doce Tablas (449 a.C.): A menudo consideradas la base del derecho romano, estas tablas establecieron estándares legales fundamentales, abordando derechos de propiedad, herencia y derecho contractual.
- Código de Justiniano (529-534 d.C.): Comisionado por el Emperador Justiniano I, esta compilación legal integral sistematizó las leyes romanas, sirviendo como referencia para los futuros sistemas legales. El código ha tenido profundos efectos en los sistemas legales europeos, incluyendo el de España.
España Visigoda y la Continuación de las Tradiciones Legales Romanas
Incluso después de la caída del Imperio Romano Occidental en el siglo V d.C., la influencia del derecho romano persistió. Los visigodos, que gobernaron España desde finales del siglo V hasta principios del siglo VIII, retuvieron muchas prácticas legales romanas. El Liber Iudiciorum (o Lex Visigothorum), un código legal visigodo, reflejó una fusión de tradiciones legales romanas y germánicas.
La Reconquista y las Siete Partidas
La evolución legal de España dio un giro significativo durante la Reconquista, la reconquista cristiana de la Península Ibérica del dominio musulmán. En el siglo XIII, el Rey Alfonso X de Castilla encargó las “Siete Partidas”, un código legal integral. Si bien este código estuvo influenciado por diversas fuentes, los cimientos del derecho romano, especialmente el Código de Justiniano, eran innegables.
España Moderna y la Continuidad del Pensamiento Jurídico Romano
Las Guerras Napoleónicas a principios del siglo XIX y la posterior redacción del Código Civil Español a finales del siglo XIX vieron a España perfeccionar aún más su sistema legal. Aunque la modernidad trajo cambios, la esencia del derecho romano, con su enfoque en la equidad, la justicia y la racionalidad, continuó guiando el pensamiento jurídico español.
Conclusión: El Vínculo Inquebrantable entre Roma y España
El recorrido del derecho romano desde las orillas del Tíber hasta la Península Ibérica muestra la naturaleza perdurable de los principios legales y su capacidad para trascender el tiempo y la geografía. España, con su rica herencia legal tejida a lo largo de los siglos, sigue siendo un testimonio del legado duradero de la jurisprudencia romana.